Se me antoja...

Por: Laura Angelica Escobar Mondaca

Se me antoja.

Me acuerdo de la ultima vez q compre una “envoltura” en la calesa, llegue bien temprano a clase, como una hora antes, y me encontré a unos compañeros en una mesa, me senté, los salude, deje mis cosas en la silla y me fui a la calesa, haber que pedía.

No había nada de gente, mejor, porque así me atenderían y me darían mi comida rápido, no como cuando hay un mundo de gente hambrienta pidiendo mil combos, frappes, ensaladas, etc., y se tardan como media hora en entregarte lo que pediste.

Pues llegue y vi la lista de todo lo que venden, muy sano según. Me decidi por una envoltura, pero no sabia cual, esque hay de varias y todas están bien buenas, o por lo menos a mí me gustan tanto, que cuando estamos de vacaciones es lo que mas extraño de la escuela.

Pero bueno, se acercó la muchacha a pedir la orden y le dije que quería una envoltura de pollo agridulce, se me hace agua la boca nomás de acordarme, y más que mientras escribo esto no eh comido nada desde las 9 de la mañana. Y yo que soy bien tragona…

Bueno, la pedí, me cobro los 22 pesos y me dio mi ticket. Me fui a sentar con los demás compañeros, mientras platicaban sobre el próximo congreso de comunicación llamado “facetas”, yo les veía a todos cara de envoltura de pollo agridulce.

Pasaron como unos 10 minutos y escuche “envoltura de pollo agridulcee”, volteé hacia la ventanita de la calesa y vi que me estaba esperando mi deliciosa envoltura de pollo agridulce, me dirigí hacia ella y la recibí con tantas ganas que hasta le di una mordida, después me fui a sentar a la mesa, les ofrecí a mis compañeros, esperando que no quisieran (je,je) y después me la termine.

Llego la hora de clase y pues ni modo, fui a tirar el plato de unicel al bote de basura, para que el viento dejara de jugar con el. Después me fui a clases muy satisfecha de mi estancia en la calesa durante esos minutos tan agridulces.