LA PROSTITUCIÓN EN ENSENADA

por: Jose Pico, Laura Angelica Escobar y Leticia Herrera.
UABC

“Saben lo que soy, mas no ha lo que me dedico. Siempre lleve una relación muy buna con mis padres, nunca tuve problemas. Estoy sana y me gustaría contar con una tarjeta de buena salud, esa que el Gobierno nos niega y aunque algunas veces nos levanten, nosotras seguimos aquí respetándonos mutuamente. Si volviera a nacer, no cambiaria nada de mí, pues en un futuro me gustaría encontrar el amor de una pareja, si eso sucediera quizás ya no estaría aquí. Aunque es el dinero, el que me motiva a hacer lo que hago.” Menciono Reyna, de 22 años.

Algunas cortinas largas cubren los bares con olor a cigarro y alcohol del 96. Los olores se mezclan entre las fondas de comida rápida y los botes de basura en donde las hormigas carcomen los desperdicios que se abandonan y permanecen durante un tiempo. Este, es el lugar en donde las esquinas tienen cara de mujer y algunas, el cuerpo del varón escondido en una falda rosa con tacones del numero cinco. Algunos dirían que es el lugar en donde se pierde la inocencia, en donde la identidad es fugaz al menos por un instante. Es en donde hay testimonios mudos y testimonios que hablan con la imagen de alguna mujer recargada en la fachada gris de su propia realidad. Esta es la zona del Bajío, en la ciudad de Ensenada, B.C.

· Opinión pública

Una esquina, zona del bajío, mujer con ropa semidesnuda o llamativa y unos buenas zapatillas; son los estereotipos de cómo la sociedad de Ensenada logra identificar a una sexoservidora.
Hoy en día la gente de Ensenada se esta acostumbrando a observar a mujeres y hombres ofreciendo el sexo servicio en la zona del bajío, una costumbre que parece convertirse ya en una tradición.
Respeto; es lo que dice la sociedad tiene ante las prostitutas, sin embargo en un sondeo público nos aseguran que muchos sienten asco ante la imagen de la gente que se dedica ha este trabajo.

“Yo prefiero no tomarlas en cuenta para mi son indiferentes y no creo estas personas falten el respeto a nadie, faltar el respeto seria anduvieran desnudas”, menciono el señor Rogelio Cruz de 42 años.
Actualmente la prostitución no es muy bien vista por muchos en la sociedad por lo cual siempre en la mayoría de los casos se tiende a juzgar, sin embargo la gente reconoce que “es un trabajo que ni esta bien ni esta mal” asegura el sondeo aplicado en la zona centro de Ensenada.
“Enfermas, baja autoestima, falta de dinero y problemas en su entorno” es lo que orilla ha una persona se dedique al sexo servicio en la mayoría de los casos menciona la gente de Ensenada.

• La zona

En Ensenada, la mayoría de las personas conocemos esas calles en donde podemos encontrar personas que se dedican a la prostitución, la conocemos popularmente como “El Bajío”. Ese lugar por el que pasamos disimuladamente para no parecer curiosos o consumidores de estos servicios vistos tan impúdicos para la sociedad.

Es aquí en donde se junta el morbo con la curiosidad, la discriminación, el rechazo de la sociedad, el alcohol, el peligro, el misterio de una zona que para muchos deja solo perdición, para otros un rato de entretenimiento, y para quienes viven de las ganancias económicas que dejan los negocios tratados en esta zona, es simplemente un trabajo mas que les permite llevar a casa el sustento.

En una esquina, a media cuadra, en el interior de un bar, se llena de mujeres esperando a esos seres impacientes por saciar sus necesidades sexuales.

Las calles en donde encontramos sexoservidoras, están llenas de bares que van desde los famosos table dance, hasta las cantinas mas informales que podemos ver en las películas, la típica cantina que emana olores entre el sexo, el alcohol y la perdición. Estos establecimientos son visitados por hombres y mujeres que van a tomar un trago con los amigos, a trabajar y/o a buscar un rato de diversión y placer.

El bajío es el refugio de las sexoservidoras, su zona de trabajo, en donde se les puede encontrar dispuestas a intercambiar alguna cantidad de dinero por algunos minutos de uso de su cuerpo.