lunes, 10 de diciembre de 2007

El ejercicio de las prácticas ocultas desde una perspectiva social


Por: Leticia Herrera
UABC

¨En esta vida solamente hay dos opciones, la Santa Muerte y Dios, no hay más.¨ las palabras del señor Antonio creyente de la Santa Muerte, también conocida por la mayoría de la gente como La Santa Niña, salieron de su mas profunda fe en medio de aquel pasillo de abastecería municipal rodeado de inciensos, veladoras y polvos de “ven a mi” pero sobre todo de esta Santa vestida con túnicas de diferentes colores: blanco, verde, rojo, negro, azul, amarillo y demás.

“Los colores del arco iris son los buenos, los negros y ocres, son los malos. Nosotros la tenemos en nuestra casa, para el bien, no para el mal. Todo me lo ha cumplido, no tengo tantos problemas, me siento mas tranquilo con mi familia. En el trabajo me va bien. Tenemos dos santas y en el altar les ponemos sus manzanas, naranjas y una veladora blanca. No sabemos exactamente para que sirvan las manzanas o la comida que le se le ofrezca pero creemos que es para que no falte el dinero.¨

El pensamiento mágico
Según la Antropóloga y escritora Lilian Scheffler, en su libro Magia y Brujería en México publicado en 1994, afirma que la fe y las creencias del hombre comienzan por la necesidad de explicarse los fenómenos sobrenaturales y todo aquello que era difícil de comprender. Por ello empezó a convertir en Dioses a varios fenómenos de la naturaleza misma como lo son: la lluvia, el viento, el fuego y los frutos de la tierra misma. Desde tiempos remotos comenzó a rendirle homenaje y atención así como tenerlos siempre presentes para que la vida pudiese funcionar de manera adecuada. El surgimiento de dichas prácticas marco el comienzo de las creencias sobre lo mágico, supersticioso, ritos y cultos. Por todo lo anterior “el hombre dentro de su pensamiento mágico siente que su vida esta rodeada de espíritus y fuerzas que le pueden hacer daño, pero a las que también puede invocar en determinadas circunstancias para qué le sean benéficas.”

Así como el señor Antonio, la mayoría de la gente tiene esa misma necesidad de creer en la existencia de fuerzas ocultas. Ya sea teniendo fe como en el caso de La Santa Muerte, en trabajos de Vudú, limpias y practicas diversas como lo son los típicos amarres para tener a la persona que se desea o lo mas común son los ritos con instrucciones especificas ofrecidas por los que se dicen ser especialistas y de los cuales la sociedad consulta por medio del periódico, un anuncio de televisión o algún otro medio de información.

El negocio
Existen diversos sitios quienes se dedican a la venta de diferentes artículos especiales para ejercer todo tipo de trabajos relacionados con las prácticas ocultas. Uno de los lugares más famosos en el país es el mercado de Sonora ubicado en la ciudad de México. Este mercado con 44 años de antigüedad es reconocido internacionalmente por brindar esa imagen del México prehispánico, pero sobre todo de la magia que envuelve al visitante de saber que en este sitio existen miles de artículos de lo cuales una parte corresponde al misticismo, la magia oculta y la existencia de curanderos y brujos que ofrecen sus servicios a la gente.

Todo es cuestión de fe
De acuerdo aun sondeo realizado, un 90 % de las personas afirma que todo lo relacionado con este tipo de prácticas espirituales y sobrenaturales gira entorno a la fe que una persona tenga ante este tipo de creencias. Un 80% asegura que las personas que se dedican a ofrecer estos servicios son pocos los que en verdad ayudan a la gente. Aquí se deja ver claramente que aunque la mayoría de estas personas no ha tenido contacto directo o indirecto con este tipo de servicio, finalmente creen en la existencia de poderes sobrenaturales.
Lilian Scherffer se refiere a que la fe que rodea el procedimiento de las prácticas ocultas se encuentra firme en muchísima gente perteneciente a distintas clases sociales. La práctica de la magia y de la brujería gira entorno a la idea de que el mundo se encuentra regido por innumerables fuerzas sobrenaturales, que deben ser honradas o alejadas a través de rituales adecuados, con objeto de favorecer a la vida humana, mediante ritos individuales o colectivos siempre dirigidos por el especialista. Este cumple así con una función social dentro del grupo del cual forma parte.”L.S
Mientras la Santa muerte observaba al señor Antonio desde su altar, muchas otras replicas de diferentes tamaños y colores parecían rodear aquel lugar místico en donde una misma ideología se reencuentra cada vez que se dan cita los pensamientos para un solo fin: el de las prácticas ocultas y todo aquella perspectiva vista desde los ojos, oídos y fe de la sociedad.



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